Hechos
Cuando un niño no sabe leer, el mundo educativo se
pone en alerta para que ese niño aprenda a hacerlo, ya en el colegio, o
ya en casa… Ahora bien, cuando ese mismo niño no escribe bien, se piensa
que ya aprenderá con el paso del tiempo. Solo cuando realmente no haya
nadie que entienda sus escritos, sus exámenes, cuadernos, notas….,
entonces es cuando se le manda al niño a practicar ejercicios de
caligrafía.
Por supuesto que apoyamos la lectura, no faltaría más,
ya que es uno de los pilares -junto a la escritura- del sistema
educativo. Son ambas las fuentes primordiales de todo conocimiento.
Peroooooooooooooooooo… cuando a un niño se le pone a hacer caligrafía,
no se tiene en cuenta qué factores son los que determinan que la letra
de esa persona sea o no legible.
Motivos
Las causas por
las que una letra no resulte legible pueden ser variadas. Si descartamos
problemas neurológicos, que por supuesto afectan a la grafía, siempre
tenemos que considerar la posibilidad de que el origen de la
ilegibilidad responda a distintos factores, entre ellos:
a) Posturales y/o de motricidad fina:
- La incorrecta postura de la mano, sobre todo en los zurdos
- La forma errónea de sujetar el bolígrafo, pinza o laxitud muscular…
- Movimientos escriturales hechos con los dedos o con brazo/ hombro.
b) Forma de actuar del niño/adolescentes
Teniendo
en cuenta este segundo motivo, los grafólogos vemos con rapidez qué
factores de la conducta de la persona se reflejan en la escritura. Pero
no solo los grafólogos, puesto que cualquier docente o padre sabe que si
su alumno o su hijo es desorganizado en el día a día, esta actitud va a
estar reflejada en su escritura. Como elementos de una escritura
desorganizada pueden señalarse:
- El tamaño de las letras es desigual (una misma letra con distinto tamaño)
- Los renglones suben y bajan.
- La inclinación de la letras oscila (van hacia la derecha o hacia la izquierda…)
- No guardan los márgenes.
- Las letras se mezclan unas con otras.
- Hay muchas letras que no pueden identificarse a simple vista.
- En muchos casos, las letras se ejecutan en orden distinto al natural.
Diferencias sustanciales entre la caligrafía y la reeducación gráfica
1ª diferencia
Cuando
un alumno, tenga la edad que tenga, empieza practicar caligrafía, no se
suelen tener en cuenta los motivos del porqué su letra no es legible.
Puede ser porque se cansa, o bien porque no le gusta escribir.
Sin
embargo, al abordar la reeducación grafica siempre se empieza por
corregir todos y cada uno de los motivos causantes, bien motores, bien
de motricidad fina, que el alumno necesite corregir, pues de otra manera
nunca escribirá de forma ágil y, lo que es más importante, sin
cansancio muscular.
2ª diferencia
Es muy frecuente que
cuando un alumno practica caligrafía se aburra y desista de su
propósito, porque no llega a conseguir mejorar su expresión grafica
tanto como le gustaría. No obstante, en algunos casos mejora algo la
letra, pero en la gran mayoría no ocurre, y eso lo saben perfectamente
muchas madres que atiborran de caligrafía a sus hijos sin ningún
resultado. Además, podemos dar fe de ello, porque la gran mayoría de
personas que pasa por nuestro gabinete a causa de su disgrafía, sean
niños o adultos, han hecho previamente, en algún momento de su vida,
prácticas de caligrafía, por lo cual suelen venir con un talante algo
pesimista.
Cuando se hace
reeducación gráfica, se
van corrigiendo algunos de los trazos de los 12 movimientos que
constituyen las letras de nuestro alfabeto y, por lo tanto, conforman la
escritura. Esta técnica gráfica es sencilla y fácil de realizar.
Consiste en interiorizar cada uno de los trazos que estén mal en la
letra, hasta que éstos se realicen en la escritura de forma espontánea.
3ª diferencia
Básicamente,
la diferencia es que la caligrafía, en algunos casos, puede ayudar a
mejorar algo la letra, pero no corrige las posturas motoras ni
desarrolla la motricidad fina.
La reeducación gráfica, en cambio, sí
corrige las posturas motoras y desarrolla la motricidad fina, lo que
favorece que se escriba de forma más ágil y sin problemas de tensiones
musculares. Ambos aspectos son muy importantes en los niños y
adolescentes.
Por otro lado, y lo más importante, con la reeducación
gráfica, además de las correcciones escriturales que se transformen en
permanentes, también mejora lo relativo a organización mental, atención,
orden, presentación adecuada de exámenes, autoestima… Todo ello
repercute, como es natural y deseable, en el rendimiento escolar y
educativo.